MÉXICO, D.F., 05ABRIL2014.- Para estrenarse como colectivo, Fucking my mother montó la obra Caricias, del catalán Sergi Belbel. Se trata de un montaje en once escenas entrelazadas por una constante: el miedo a amar, y en contrasentido la incesante búsqueda del amor. Diversas escenas en torno a la vejez, el maltrato, la homosexualidad, la indigencia y el incesto, entre otras, evidencian los deseos, los miedos y frustraciones de los personajes. Caricias está basada en la obra La ronda, de Arthur Schintzler. La estructura es muy singular. En escena el espectador ve siempre a dos personajes (cuando uno entra, otro sale) en situaciones que evidencian su condición humana. Caricias se montó bajo la dirección de Rocío Belmont, integrante y cabeza del colectivo. La obra se presentará a finales de abril. FOTO: MOISÉS PABLO /CUARTOSCURO.COM

MÉXICO, D.F., 05ABRIL2014.- Para estrenarse como colectivo, Fucking my mother montó la obra Caricias, del catalán Sergi Belbel. Se trata de un montaje en once escenas entrelazadas por una constante: el miedo a amar, y en contrasentido la incesante búsqueda del amor. Diversas escenas en torno a la vejez, el maltrato, la homosexualidad, la indigencia y el incesto, entre otras, evidencian los deseos, los miedos y frustraciones de los personajes. Caricias está basada en la obra La ronda, de Arthur Schintzler. La estructura es muy singular. En escena el espectador ve siempre a dos personajes (cuando uno entra, otro sale) en situaciones que evidencian su condición humana. Caricias se montó bajo la dirección de Rocío Belmont, integrante y cabeza del colectivo. La obra se presentará a finales de abril. FOTO: MOISÉS PABLO /CUARTOSCURO.COM

MÉXICO, D.F., 05ABRIL2014.- Para estrenarse como colectivo, Fucking my mother montó la obra Caricias, del catalán Sergi Belbel. Se trata de un montaje en once escenas entrelazadas por una constante: el miedo a amar, y en contrasentido la incesante búsqueda del amor. Diversas escenas en torno a la vejez, el maltrato, la homosexualidad, la indigencia y el incesto, entre otras, evidencian los deseos, los miedos y frustraciones de los personajes. Caricias está basada en la obra La ronda, de Arthur Schintzler. La estructura es muy singular. En escena el espectador ve siempre a dos personajes (cuando uno entra, otro sale) en situaciones que evidencian su condición humana. Caricias se montó bajo la dirección de Rocío Belmont, integrante y cabeza del colectivo. La obra se presentará a finales de abril. FOTO: MOISÉS PABLO /CUARTOSCURO.COM

MÉXICO, D.F., 05ABRIL2014.- Fucking my mother presenta la obra Caricias en el barrio de La Merced. La inquietud de Fucking my mother se encontró con la del actor José Luis Henriquez, heredero de una casona del siglo XVIII, en la calle de Jesús María, marcada con el número 71, justo a un costado del Claustro de La Merced. El actor ha transformado ese lugar en un espacio para las artes escénicas con proyectos de marionetas y monólogos, y a través de conferencias, diplomados y recorridos históricos. De modo que hospedar al colectivo de actores se dio casi de forma natural. FOTO: MOISÉS PABLO /CUARTOSCURO.COM

MÉXICO, D.F., 05ABRIL2014.- Fucking my mother presenta la obra Caricias en el barrio de La Merced. La inquietud de Fucking my mother se encontró con la del actor José Luis Henriquez, heredero de una casona del siglo XVIII, en la calle de Jesús María, marcada con el número 71, justo a un costado del Claustro de La Merced. El actor ha transformado ese lugar en un espacio para las artes escénicas con proyectos de marionetas y monólogos, y a través de conferencias, diplomados y recorridos históricos. De modo que hospedar al colectivo de actores se dio casi de forma natural. FOTO: MOISÉS PABLO /CUARTOSCURO.COM

MÉXICO, D.F., 05ABRIL2014.- Fucking my mother presenta la obra Caricias en el barrio de La Merced. La inquietud de Fucking my mother se encontró con la del actor José Luis Henriquez, heredero de una casona del siglo XVIII, en la calle de Jesús María, marcada con el número 71, justo a un costado del Claustro de La Merced. El actor ha transformado ese lugar en un espacio para las artes escénicas con proyectos de marionetas y monólogos, y a través de conferencias, diplomados y recorridos históricos. De modo que hospedar al colectivo de actores se dio casi de forma natural. FOTO: MOISÉS PABLO /CUARTOSCURO.COM

MÉXICO, D.F., 05ABRIL2014.- Fucking my mother presenta la obra Caricias en el barrio de La Merced. Se trata de hacer teatro emergente. La carencia de espacios no es obstáculo. La iniciativa viene de la inquietud. El cobijo, del legendario barrio de La Merced. Así se abre paso el colectivo Fucking my mother, para brindar teatro más allá de los escenarios convencionales. El colectivo está formado por nueve actores, profesionales y estudiantes, originarios del Distrito Federal, hermanados por la necesidad de hallar alternativas a los escenarios ocupados por la programación oficial por uno o dos años de antelación. FOTO: MOISÉS PABLO /CUARTOSCURO.COM

MÉXICO, D.F., 05ABRIL2014.- Fucking my mother presenta la obra Caricias en el barrio de La Merced. Se trata de hacer teatro emergente. La carencia de espacios no es obstáculo. La iniciativa viene de la inquietud. El cobijo, del legendario barrio de La Merced. Así se abre paso el colectivo Fucking my mother, para brindar teatro más allá de los escenarios convencionales. El colectivo está formado por nueve actores, profesionales y estudiantes, originarios del Distrito Federal, hermanados por la necesidad de hallar alternativas a los escenarios ocupados por la programación oficial por uno o dos años de antelación. FOTO: MOISÉS PABLO /CUARTOSCURO.COM